martes, 9 de marzo de 2010

Si de mujeres hablamos...


Te debo un viaje de la estrella que inventaste hasta tu vientre, te debo el alimento de tu sangre, el alojo en detrimento de tu cuerpo. Te debo los baños de sol y los ojos despiertos, la risa infantil y la paz en el gesto, te debo el milagro de tu abrazo... ése olor tan familiar. Te debo una casa con historias, te debo el dolor de una ruptura, te debo la dureza, el mantenerte entera cuando aquel ya no era el hombre que tú amaste, el haberme hecho tan feliz apesar de tu tristeza. Te debo una ciudad llena de arena que me dejó edificar cien mil castillos, te debo los lirios en aquel desierto, te debo la falta de fe en un dios, pero también la falta de miedo, te debo el amor a mí misma, mi completud, mi independencia. Te debo el juicio de mis ojos, el filo de mi lengua, mi criterio sin candados, te debo la firmeza de mis manos, te debo el poder hacer canciones, el maravillarme con los libros, te debo el saberme extraordinaria. Te debo mi capacidad de amar, te debo lo furioso de mi entraña, te debo la necedad, la aspereza, te debo la suavidad y la belleza, te debo estas uñas defensoras, te debo todo aquello que aún añoras, te debo la beldad en la crudeza, te debo el arcoiris cuando lloras. Te debo el milagro de la vida, te debo a la niña que más amo, te debo sus ojitos y su voz, la mujer en potencia que creamos. Te debo mi casa, te debo mi voz, el milagro que me cura si apareces, te debo la aversión hacia lo oscuro y la adicción a la luz, te debo el saber cómo producirla. Te debo el saber que soy sensible sin ser frágil, el hasta ahora ser más ágil que cualquier depredador. Te debo mi nombre, mi carácter, cada una de mis letras, te debo la distancia inexistente, la telepatía, el instinto, la comprensión, la condescendencia, mi ética, mi fantástica indecencia. Te debo la pronta recuperación de cada herida, los muertos que no cargo, un camino, que de lo hermoso, no importa que sea largo, te debo todo, y sé que la manera de pagarte es siendo feliz, viviendo mi vida. A mi mami... te amo.