lunes, 6 de junio de 2011

El muro...


Él tardó en dibujarse en mis paredes,
en los muros de papel y los de historia,
con su lengua por mi espalda teje redes
y beso a beso se devora mi memoria.

Ya no cuento los días en el calendario,
el tiempo se ha vuelto algo relativo...
¿cómo dormir cuando él está tan vivo,
cuando engendra cuentos de hadas y bestiarios?

Él es un animal quimérico y oscuro,
se alimenta de canciones y escenarios,
su haz de luz es largo, milenario,
no puede retenerlo ningún muro.

Así es él y, como usted ya sabe,
soy de esas que devoran maravillas,
me cuelo en sus sueños a hurtadillas
para ver su un día logro encontrar la llave.

¡Esa! la que abre la bodeguilla
donde aprisiona ángeles y demonios,,,
él tiene un paraíso en la buhardilla
y cada verso que me escurre es testimonio.